Fin de semana

Bueno, ahí seguimos, con los bibis cada 2 horas y el enano engordando cada día.  Ya tiene que estar a punto de enseñarnos esos ojitos, que ganas!!!!
La pena es que sigue con muchos dolorcitos después de los bibis, aunque ya empiezo a dudar si son dolores o mimos jejeje

Jueves 1 de diciembre

VAMOS!!!!!!  Ya ha pasado la semana de vida y estamos esperando que abra los ojitos.  Sarri se zampa el bibi de 20 ml ya con solo mirarlo y luego todavia quiere más, pero el problema es que luego el pobrecito sufre mucho de dolor de tripas, durante media hora está quejándose continuamente :-(

Miércoles 30 de Noviembre

Ya hemos llegado al medio kilo, no está nada mal.  Un día más para la esperanza.  El nuevo cambio de leche, en principio parece que no le hace mucha gracia, pero la toma, aunque sigue con muchas rayadas y cólicos, igualito que un niño jejeje

Martes 29 de Noviembre

Bueno, un día más que hemos ganado.  Decidimos cambiar la leche que toma porque se queda con muchos dolores después de cada toma.  Aun así, ya ha cogido un ritmo bastante estable, come, se queja, duerme y comienza a despertarse, un ritmo fijo cada 2 horas o 2 horas y media.
Como digo, un día más que hemos ganado.

Lunes 28 de noviembre

La noche ya ha terminado y Sarri sigue otro día más entre nosotros.  Ya pesa 420 gr, que no está nada mal, poco a poco va cogiendo peso, por lo que las posibilidades de supervivencia van aumentando cada día.
Hoy ha estado con muchas rayadas de tripa y algo estreñido, creo que es en parte porque toma con tanta ansia el bibi que coge mucho aire.
Le hemos puesto una tetina de niño, y la verdad que el cambio es considerable, se lo traga todo en un momento, pero con menos ansia y la tripa se le queda menos hinchada.  Le damos 15 ml cada 2 horas más o menos.

Noche larga

Sarri se ha puesto malo, ignoro el motivo, quizás por haber comido demasiado, ya que el último bibi se lo ha zampado en 2 minutos, como desesperado.   No se si quiero que acabe esta noche o que dure eternamente.

Domingo 27 de Noviembre

Después de luchar todo el domingo por Txipi, su cuerpecito na ha podido más.  El fro abandono del primer día ha hecho imposible que sigue viviendo, ha luchado hasta el último momento, pero era muy pequeño.  Se ha ido al menos rodeado de amor y parece mentira, para ser tan pequeño y en tan poco tiempo, que gran vacío ha dejado.

 Su hermano se ha quedado sólico, ahora toda la energía y buenas vibraciones tienen que ir para él.  Está fuerte, come muy bien y se mueve y es inquieto, tenemos muchas esperanzas en que siga adelante.  Ya está zampando casi los 20 ml  de leche en cada toma y en un día ha llegado ya a los 400 gr.

Sabado 26 de noviembre

Bueno la noche ha terminado, no se ha dormido practicamente nada, muy pendiente de los pequeñines.
Seguimos con los llantos, los bibis, ......
Sarri saca siempre la cabeza fuera de la manta, mientra que Txipi sigue como el día anterior, come lento pero come, pero el problema es que no está muy activo.
Ya tenemos el peso, Sarri pesa 360 gr y Txipi pesa 290.  Cada uno se toma un bibi de unos 15 ml de leche, y eso cada 3 horas como máximo!!!

Primera noche en casa

Y llegamos a casa, ¿qué pasará con la gata?  Bueno, por el momento, la gata  les ignora, aunque deja claro que está enfadada, no quiere compartir nada con ningún extraño, y ahora ni mimos con nosotros.
La primera noche es muy dura.  Primero, les hacemos una pequeña incubadora con una manta eléctrico, doblada por la mitad y dejando ahí a los pequeñines.  Conseguimos un ambiente de 37 º en el interior de la manta.
Ya tenemos los nombres para los dos cachorritos, Sarri y Txipi.
Noche larga, biberones, toallitas, llantos, no quieren comer, ahora sí, ahora no, ahora lloro, puffff que estres!!!!

Sarri es muy activo, mientra que Txipi, puede que tenga problemas serios, siempre está recostado, le cuesta tomarse el biberon y de vez en cuando saca la lengua como si estuviese muy sofocado, la verdad que nos preocupa mucho su estado.

La recogida

Viernes 25 de noviembre, por la tarde y tras salir de trabajar, partimos a recoger a los cachorritos.  Se nos parte el alma nada más verlos, pequeños, con el cordón umbilical todavía colgando y por suerte, todos han sobrevivido a su primera noche después del cruel abandono, aunque hay uno de ellos que esta frío y casi inerte, con poco movimiento y la esperanza huye de él.
La chica que los había cuidado hasta entonces está exhausta, han sido 24 horas muy duras, biberones y llantos, además de ir a trabajar.
Tras pensarlo durante un rato qué 2 cachorritos acogíamos, la final nos decidimos por dos de ellos, sin mirar sexo ni color.  Nos marchamos con muchos pesar porque nos habíamos planteados llevarnos al más débil, pero al final, por problemas de trabajo y tiempo, no íbamos a poder atenderlo tal y como se lo merecía. A día de hoy, me sigue doliendo haberlo dejado.
Viaje de regreso a casa, en el transportín, bien tapados con mantas, calefacción del coche y botella de agua caliente.  No hago más que mirarlos, son preciosos y me pregunto una y otra vez cómo se puede abandonar a una muerte lenta y agónica a unos seres tan indefensos.  Uno de ellos es muy activo y se mueve muchísimo, mientras que el otro está muy tranquilote, quizás demasiado tranquilo.

La esperanza

Pero el 24 no era la fecha marcada para esos perrines.  El azar o el destino, sinónimos ambos, quiso que por allí pasasen unas verdaderas personas, que oyendo los sollozos lastimeros, se acercaron a ver dónde provenían tales llamadas agónicas.  De piedra y rabia tuvo que ser el momento en el que encontraron a los cachorrines, helados de frío ya y con la muerte señalándoles.  Los recogieron, los llevaron a su casa y les dieron calorcito para intentar reanimarlos.
Eran 6, 6 pequeñas grandes responsabilidades, así que a través del facebook, buscaron ayuda para repartirla.  La verdad que en menos de 2 horas, la ayuda ya había sido ofrecido para los 6 cachorritos.  2 serían llevados a una perra que había dado a luz hace poco, otros 2 se quedarían con sus adoptantes y nosotros serviríamos de casa de acogida para los otros 2.

Pero dada la delicada salud en la que se encontraban, no eran recomendable ese día hacerles dar más viajes, así que había que cruzar los dedos y tener la esperanza que la hipotermia no fuese irreversible.

El abandono

24 de noviembre, mal día para ser recordado o un día para la esperanza, una esperanza que no tenía que haber sido necesaria.  Un ser despreciable se da cuenta de que una de sus perras está más delgada de lo normal por lo que rapidamente deduce que por algún sitio hay cachorros.  Sigue a la perra y descubre su lecho maternal, ahí están, indefensos, 6 criaturitas durmiendo placidamente.  Rapidamente coge a los cachorros en una bolsa de plastico y se marcha.  Los lloros ante tal brusquedad son insoportables para todo ser vivo con alma, otros en cambio, ni siquiera los oyen.
Deja caer la bolsa en el asiento del copiloto y se vuelve de nuevo hacia el corral, ignorando a la madre que busca desesperadamente a sus pequeños.  Echa de comer a los perros y se marcha hasta el sábado, que es día de caza.
De camino a su casa se da cuenta de la bolsa que lleva en el asiento, entonces para en el camino, coge la bolsa y arroja a los pequeñines a mitad de la maleza, la bolsa se la vuelve a guardar, es un bien muy preciado.

Desearía que este despreciable ser enseñase a sus hijos (espero que no los tenga) lo que tienen que hacer con él cuando ya no sirva para nada, abandonarlo a su suerte, nada de asilos ni cosas así, que muera solo, empapado en meados y sus propios excrementos, pero que muera lentamente, que no tenga prisa la parca por venir a por él, que agonice, que sufra, que se le llague la piel y los gusanos comiencen a comérsele antes de que muera.  Es un deseo, pero por desgracia, la Naturaleza no es rencorosa, y posiblemente no pase nada de esto y este episodio de hoy se repita varias veces en los próximos años.

Primer día de vida

Es 23 de noviembre, ya tienen un día de vida y parece que el destino les sonrie.  Los 6 cachorretes no hacen otra cosa que comer y dormir, siempre al lado de la madre, que los mantiene bien calentitos y juntos.

El nacimiento

Es una tarde de otoño, 22 de noviembre, comienza a refrescar, el día ha sido soleado y el calor se escapa con la luz del sol y en algún lugar de un pueblo de la Ribera de Navarra, una perra se da cuenta de que ese mismo día traerá al mundo a sus cachorros.  Comienza a buscar un lugar abrigado del frio en un corral, donde las corrientes de aire no molesten a sus cachorros y el calor no se disipe en cuanto ella falta unos minutos.
Al final, entre unos viejos sacos da a luz a 6 pequeñines, blancos y negros, como es ella y como es el padre.  Los pequeñines nada más nacer, comienzan a emitir pequeños sollozos, como sabiendo el futuro que les espera.  Pero en ese momento están todos juntos y sienten el calor de una madre que los alimenta y los cuida, quizás su futuro no sea tan negro.
Esa noche, el calor de una madre y el contacto de unos hermanos es lo que vale.