domingo, 27 de noviembre de 2011

La recogida

Viernes 25 de noviembre, por la tarde y tras salir de trabajar, partimos a recoger a los cachorritos.  Se nos parte el alma nada más verlos, pequeños, con el cordón umbilical todavía colgando y por suerte, todos han sobrevivido a su primera noche después del cruel abandono, aunque hay uno de ellos que esta frío y casi inerte, con poco movimiento y la esperanza huye de él.
La chica que los había cuidado hasta entonces está exhausta, han sido 24 horas muy duras, biberones y llantos, además de ir a trabajar.
Tras pensarlo durante un rato qué 2 cachorritos acogíamos, la final nos decidimos por dos de ellos, sin mirar sexo ni color.  Nos marchamos con muchos pesar porque nos habíamos planteados llevarnos al más débil, pero al final, por problemas de trabajo y tiempo, no íbamos a poder atenderlo tal y como se lo merecía. A día de hoy, me sigue doliendo haberlo dejado.
Viaje de regreso a casa, en el transportín, bien tapados con mantas, calefacción del coche y botella de agua caliente.  No hago más que mirarlos, son preciosos y me pregunto una y otra vez cómo se puede abandonar a una muerte lenta y agónica a unos seres tan indefensos.  Uno de ellos es muy activo y se mueve muchísimo, mientras que el otro está muy tranquilote, quizás demasiado tranquilo.

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